Mi experiencia en el programa en vivo Conectados de TVN
Tal como sucede cuando Urano y la vida te sorprenden con nuevas experiencias, a principios de noviembre, recibí una inesperada llamada de una amable periodista de TVN invitándome a participar en un programa internacional de televisión en vivo. Mi primera reacción fue entrar en pánico, e instintivamente comencé a hacerle preguntas sobre los detalles del programa, con la secreta esperanza de encontrar, en sus respuestas, una excusa para declinar su invitación. Sin embargo, cuando ya iba en la tercera pregunta, una voz en mi interior dijo: “di que sí, sabes que igual lo tienes que hacer”, recordándome la innegable sincronía del Universo y que esta invitación no era “un accidente” del destino, sino parte de lo que debo realizar, aunque no me sienta cómoda con ello. Al final acepté y, desde ese momento, evité volver a pensar en el tema hasta una semana antes de la fecha en que el programa saldría al aire. Como la periodista explicó que mi intervención, junto a otros dos invitados, consistiría en dar respuestas rápidas y amplias, decidí que no me complicaría y fluiría con lo que fuera surgiendo.
Cuando llegó el día, viernes 29 de diciembre, me organicé con mis horarios y actividades para salir con buen tiempo hacia el canal y estar a la hora que me habían indicado para entrar a maquillaje… eso ya me parecía algo inusual e interesante, así es que fluí con eso y decidí disfrutar de la experiencia. Cuando salí de mi casa y tomé taxi, con tiempo de sobra según mis cálculos, me encontré con un extraordinario taco, a una hora inusual y con un impresionante calor, sin mencionar que además el taxi tenía el aire acondicionado malo, por lo que debíamos ir con las ventanas abiertas mientras entraba el desagradable aire caliente y el ensordecedor ruido de las bocinas! En vez de dejarme llevar por los nervios y ponerme ansiosa por estar metidos en ese descomunal taco, sin avanzar mientras los minutos corrían, decidí respirar profundo y relajarme recordando que si tenía que llegar a la hora y estar en ese programa, así sería… y me tranquilicé. Lo único que no pude evitar fue comenzar a traspirar, llegaría empapada al set de televisión y a maquillaje!
Cuando llegué, sólo quedaban algunos minutos para salir al aire, así es que me llevaron corriendo a maquillaje, y de ahí, corriendo al set, así es que no tuve tiempo de enfriarme ni de conocer a los otros invitados. Me sentaron en la mesa, donde ya estaban ubicados la vidente y el tarotista, y empezaron la cuenta regresiva de los segundos que quedaban para que todo comenzara! Uffff… y yo sin haber alcanzado a refrescarme del calor que traía de la calle, tratando de mantener la calma y adaptándome lo más rápido que podría al ambiente al cual acababa de entrar, sólo segundos antes de salir al aire en un programa de televisión en vivo! Creo que esa no la hago dos veces… jajajaja En fin, al final, después de todos los eventos desestabilizadores que me tocó vivir, todo salió excelente! Después de los primeros minutos de programa, comencé a relajarme y fluir respondiendo con claridad y espontáneamente las preguntas que el público hacía, de hecho, los tres invitados notamos cómo se generaba una armoniosa energía entre nosotros que fluía y hacía que cada uno complementara la información que el otro estaba entregando, fue muy agradable sentir esa energía, casi la podía ver cómo circulaba alrededor de la mesa donde estábamos todos sentados incluyendo a los panelistas. También eso fue extraño, pero muy hermoso!
Y para terminar esta inusual experiencia, los organizadores del programa decidieron cerrarlo invitando a la orquesta Cubanacán, así es que para cuando comenzaron a tocar en vivo dentro del set, su alegre música me envolvió y no pude evitar pararme con entusiasmo e ir junto al tarotista que, con dificultad trataba de bailar (porque tenía una pierna enyesada). Comenzamos a bromear mientras bailábamos tras las cámaras, hasta que la anfitriona del programa nos vio y nos hizo señales, desde el set donde ya estaba bailando entre medio de la orquesta, para que nos uniéramos a ellos… como ya estábamos animados con el sonido de la música, no nos demoramos nada en correr entre las cámaras y subirnos al escenario para ponernos a bailar todos juntos. Fue espectacular! En resumidas cuentas, desde el principio, todo esto fue una inesperada, extraña, intensa y fascinante experiencia! Y lo más maravilloso, es que fue haciendo lo que más amo: astrología… Gracias Universo…!