Tiempo de Cierres y Nuevos Comienzos

 In Carta Astral, Planetas, Signos

En el breve período de dos semanas experimentaremos dos eclipses seguidos, uno lunar penumbral y otro, solar total, pero ambos en el eje Aries-Libra.

Este primer dato nos da una pista importante sobre el tema central que se nos pedirá traer a la luz de nuestra consciencia (Sol) desde nuestra oscura emocionalidad inconsciente (Luna).
Y aunque inicialmente se pudiera pensar que nos piden trabajar nuestras relaciones, y en cierto sentido lo hacen, en realidad, nos pondrán sobre la mesa la necesidad de salir de la dualidad Yo-Tú para pasar a unir ambos “extremos” en nuestro interior para empezar a crear relaciones sanas y de mutuo crecimiento.

 

¿Qué nos quiere decir el trabajo que nos propone el eje Aries-Libra?
Aries revindica la importancia de que sepamos defender nuestro espacio, tiempo y energía personal dentro de cualquier vínculo que establezcamos, sin sentirnos mal o culpables por querer desarrollar el Ser que somos. Esto es porque Aries sabe, que si no nos enfocamos en nuestros intereses y deseos, más temprano que tarde, terminaremosmos desapareciendo dentro de la relación. Nos anulamos. Por lo mismo, la relación deja de existir como tal.
Es decir, nos pide comprender que mucho TÚ (el otro), borra al YO (nosotros), y no hay relación.

Por su parte, Libra aboga por la importancia de reconocer que el otro también es un Ser con el mismo derecho a desarrollarse dentro de la relación, por eso nos anima a mostrarnos considerados, equilibrados y justos cediendo en aquellas situaciones que no nos afectan realmente y a mediar entre nuestros intereses y los del otro, porque Libra sabe que no atender la voluntad del otro, más temprano que tarde, hará que el otro desaparezca dentro de la relación. Lo anulamos. Por lo mismo, la relación deja de existir como tal.
Es decir, nos anima a entender que mucho YO (nosotros), borra al TÚ (al otro), y no hay relación.

Este es el delicado equilibro que se nos pedirá entender, conectar en nuestro interior y empezar a aplicar en nuestras relaciones para transformarlas en una experiencia enriquecedora y sana. Pero también se nos pedirá aprender a relacionarnos con nosotros mismos de esta forma, es decir, cultivar nuestra capacidad para ser activos, actuar con fuerza y determinación (Aries) cuando queremos lograr algo, así como fortalecer nuestra capacidad para ser amables, suaves y justos (Libra) con nosotros cuando sentimos que sólo queremos parar, estar en paz y recibiendo amor, sin sentirnos mal o culpables por ello.

 

Cerrando viejos ciclos y desequilibrios de 3D
Estos eclipses son nuevas oportunidades para cerrar el ciclo de muchas generaciones de mandatos desequilibrados entre yo y tú, entre acción y calma, etc., para comenzar de nuevo creando vínculos sanos donde ambos extremos estén fusionados. Es tiempo de cerrar nuestra experiencia con la dualidad de 3D. La idea es que ya nada sea tú o yo, acción o pasividad, porque ambos extremos estarán en nuestro interior, sólo tenemos que aprender a reconocer cuándo nos conviene usar uno y cuándo el otro, pero entendiendo que ya forman parte de nuestro ser, y no tenemos que elegir ningún extremo! Esta es la magia del eje Aries-Libra…

Ahora vamos por parte…

 

¿Qué esperar para el eclipse lunar del 25 de marzo?

Bueno, primero que todo, este eclipse posiciona al Sol a 5° de Aries y a la Luna a 5° de Libra. Es una oposición Sol-Luna en el eje Aries-Libra. Esto quiere decir que ahora se nos mostrará el resultado final o la consecuencia de las decisiones y el aprendizaje que comenzamos a mediados de octubre del 2023 con la Luna Nueva en Libra, donde estuvieron involucrados Mercurio (comunicación y entendimiento) y Quirón (heridas y sanación). Todo enfocado en lo que expliqué más arriba, es decir, si aprendimos a aplicar ese delicado equilibrio entre yo y tú, entre acción y calma en nuestra relación con los demás y con nosotros mismos a partir de una comunicación considerada y respetuosa con el objeto de entender las heridas que han sido expuestas en cada situación para reconocerlas y empezar a sanarlas.

Esto fue lo que se activó en octubre del año pasado, y ahora, este 25 de marzo, nos veremos enfrentados al resultado del trabajo que hicimos o no hicimos en este sentido. Pero ahora estará involucrado Plutón, formando un trino a la Luna y un sextil al Sol, sugiriendo que será un cierre cómodo, fluido y armonioso, donde el resultado obtenido, potencialmente, estará alineado con lo que deseamos o sabemos que nos conviene, y por lo tanto, elegiremos colaborar con lo que pudiera quedar por depurar, transformar o terminar ahora… y ojo que Plutón está apoyando este cierre desde Acuario, aludiendo a que el actuar debe ser desde la libertad y la verdad personal, lo que es clave para llevar a buen término este fin de aprendizaje.

En general, este eclipse está cerrando un ciclo de aprendizaje en el eje Aries-Libra, sólo para empezar otro nuevo en el mismo eje. Pero si la vez anterior el énfasis estuvo puesto en Libra y en el otro (por iniciar con la Luna Nueva en Libra), ahora la atención estará puesta en la energía de Aries y en nosotros mismos (por iniciar una Luna Nueva en Aries).

 

¿Y con respecto al eclipse solar total del 8 de abril, qué podemos esperar?

Lo primero que salta a la vista, es la conjunción exacta entre el Sol, la Luna y Quirón a 19° de Aries!! Esto deja claro que el tema central será la sanación de la energía de Aries, que ya lleva varios años en ese proceso, desde que Quirón entró a Aries. Aunque también está involucrado Mercurio, recordándonos que expresar lo que pensamos y escuchar a los demás, es decir, comunicarnos efectivamente, será importante durante este ciclo.

Sin embargo, esta vez hablamos de una nueva Luna Nueva, es decir, del inicio de otro ciclo lunar que se desarrollará a lo largo de los próximos seis meses, pero potenciado por el eclipse!

Con Quirón, como invitado especial en esta oportunidad, sanar será la norma, mientras conectamos con nuestra profunda sabiduría interna que nos guiará a lo largo del proceso. Pero como está el Sol, hablamos de que este proceso de sanación involucra nuestra capacidad creativa y expresiva, nuestro sentido de importancia y nuestra esencia divina. La Luna nos recuerda que tenemos muchas y muy valiosas memorias guardadas en nuestro inconsciente, y que es importante partir por limpiar y sanar los líquidos de nuestro cuerpo, porque es ahí donde residen esas memorias, en el líquido de nuestras células y ADN, el ADN que heredamos a través de nuestro linaje familiar genético o álmico… y como todo esto sucede en Aries, sugiere que dependerá de nuestra voluntad, decisiones y acciones gestionar y hacer avanzar este proceso para llegar a ser quienes somos… en seis meses más veremos los primeros resultados!

Todo esto sin mencionar que la conjunción Sol, Luna, Quirón, Mercurio también contiene al Nodo Norte, avisando que todo este aprendizaje de sanar la energía de Aries, es una lección colectiva que justo ahora debemos incorporar, porque es el momento de hacerlo.

 

¿A qué me refiero con sanar la energía de Aries?

Cuando hablo de sanar la energía de Aries, como yo lo entiendo, me refiero a volver a relacionarnos con lo que representa Aries, pero sin el prejuicio y la connotación negativa de violencia, egoísmo, ira o competencia que pertenece a la 3D.

Sanar a Aries, es volver a mirarlo de manera íntegra y natural, sin complejos ni miedo a parecer egoístas, entendiendo que Aries sí tiene relación con nuestra fuerza, voluntad y determinación, pero para desarrollarnos y llegar a ser quienes somos por derecho propio, nada más y nada menos.

Entonces, la energía de Aries no implica necesariamente ser agresivos para hacernos valer, hablar fuerte y rudo para que nos escuchen o lograr nuestros intereses siendo dominantes, para nada. Una relación sana con la energía de Aries habla de alcanzar nuestros intereses y ser quienes somos, sólo identificando directamente cuáles son esos objetivos y qué partes de nosotros deseamos desarrollar, y luego, enfocar nuestra energía ariana hacia las acciones necesarias para obtener esos objetivos, y punto. No hay necesidad de competir con nadie, ni rivalizar, ni forcejear, etc., porque en esos casos, en realidad, estamos distrayendo y agotando nuestra energía en otras acciones (pelear o competir con otros), en vez de mantenernos enfocados en avanzar a través de las acciones que nos acercan al objetivo deseado para lograr lo que queremos.

De hecho, como yo lo entiendo, esta mala relación con Aries, es parte de la infiltración y adoctrinamiento oscuro que, a lo largo de los siglos, también ha sufrido la astrología, precisamente para hacernos creer que usar la energía de Aries/Marte naturalmente implica dominación, lucha, competencia, violencia, etc., para normalizar y aceptar que al usar esta energía, tarde o temprano, terminaremos actuando de esa forma, y eso no es cierto. Esto es lo que Quirón está tratando de sanar colectivamente, la relación que tenemos con la fuerza pura de Aries/Marte.

 

Quirón nos quiere recordar que Aries es simplemente energía pura, y cuando entendamos que nosotros tenemos el poder para dirigir la energía, según nuestros pensamientos, palabras, emociones y acciones, comprenderemos que nunca fue necesario expresar a Aries/Marte a través de la violencia, la ira o la dominación… todo eso estaba en nosotros, no en Aries/Marte. Aries sólo llevó a la acción la energía que estaba en nosotros y que decidimos manifestar, y esto también es válido para las personas y experiencias que atraemos por Ley de Vibración…

 

Esto es lo que debemos sanar de Aries: aceptar que sólo es energía pura y que somos nosotros quienes decidimos cómo la usamos, especialmente cuando elegimos usarla para desarrollarnos como personas y crecer en habilidades nuevas. Tenemos que volvernos diestros en contenerla y dirigirla hacia donde nosotros queremos o en la dirección que nos conviene, sin dejarnos desviar, porque al final somos los responsables de lo que hacemos con ella. Pero esta capacidad para dirigir constructivamente la energía de Aries/Marte requiere que nos sintamos cómodos con ella, no culpables de usarla, pero tampoco con el derecho de imponerla a los demás. Ese es el equilibrio que este próximo eclipse del 25 nos ofrece… ¿cuántos se animan a aceptar el desafío?

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