¿Qué significa que un planeta esté retrógrado?

 In Planetas

De vez en cuando, podemos leer que ciertos planetas están pasando por su fase retrógrada o que pronto estarán retrógrados, pero ¿sabemos qué significa que un planeta tenga esa condición?, y es más, ¿qué significa ese término? La verdad es que una retrogradación es sólo un fenómeno astronómico natural bastante común en nuestro sistema solar, nada mágico a lo que atribuirle poderes especiales ni nada parecido. Intentaré explicarlo de la manera más sencilla posible con apoyo de la imagen seleccionada, y luego explicaré el significado simbólico o los posibles efectos que provoca su particular influencia. En términos simples, el movimiento retrógrado de un planeta es un aparente desplazamiento hacia atrás de su órbita durante un determinado período de tiempo, pero sólo visto desde la Tierra, ya que no es un fenómeno real, sino un movimiento visual, o dicho de otra forma, es la ilusión óptica que se produce cuando la órbita de la Tierra alcanza y adelanta la órbita de otro planeta. Como se muestra en la imagen, desde la perspectiva de la Tierra (punto celeste) el avance del planeta Marte (punto rojo), en un determinado momento de su órbita, está delante de la Tierra, sin embargo, después llega un punto cuando la Tierra alcanza y se empareja con la órbita de Marte, lo que visto desde la Tierra, se observa como si ese planeta empezara a retroceder, aunque en realidad, es la Tierra la que lo está alcanzando. Al final, se llega a otro punto en donde el avance de Marte nuevamente alcanza a la Tierra y eso se ve, desde la Tierra, como si Marte hubiera recuperado su dirección hacia adelante. Este acontecimiento se produce cada dos años, en el caso de Marte, pero cada planeta tiene su propio ciclo retrógrado dependiendo de su órbita. Y esta sería la explicación práctica o astronómica del fenómeno conocido como “movimiento retrógrado” de un planeta, así de simple.

Ahora bien, los efectos prácticos y más personales que este movimiento presenta en cada caso, pueden ser sutiles u obvios, dependiendo de la sensibilidad del individuo a la energía del planeta que se encuentre retrógrado, pero en general, es un tiempo durante el cual dicha energía se vuelve hacia adentro, hacia lo interno y activa procesos (no siempre conscientes) de reflexión, introversión, recogimiento y reconsideración de cualquier asunto, experiencia o estado interno que esos mismos tránsitos planetarios estén activado en la vida del individuo. A modo de orientación general, se presentan algunos breves lineamientos para cada caso:

MERCURIO RETRÓGRADO

Es la fase retrógrada más corta, 22 días como promedio, tres veces al año. La tradición astrológica siempre recomienda no firmar contratos, documentos ni realizar compras importantes durante este período, porque Mercurio se asocia a la actividad mental y al pensamiento lógico, el que durante su retrogradación, se vuelve subjetivo, más reflexivo y relativo perdiendo un poco de objetividad. Por lo que todo acuerdo oral o escrito, realizado durante esta fase, puede sufrir importantes variaciones al final, cuando el planeta se vuelve directo, dejando en evidencia los malos entendidos y errores en la comprensión de una misma situación lo que puede provocar desacuerdos entre los involucrados, ya que la mente no estuvo funcionando de manera objetiva y racional durante la toma de esas decisiones. Sin embargo, cuando Mercurio está retrógrado, es un excelente tiempo para reconsiderar, reestudiar o reanalizar cualquier materia, proyecto o asunto importante que se tenga entre manos, porque la mente funciona mejor en este tipo de procesos y profundiza más sacando mejores conclusiones y dando óptimos resultados al final. Esto es igualmente válido para los períodos de estudios, tesis y exámenes finales cuando es necesario revisar la materia y los conocimientos previamente adquiridos.

VENUS RETRÓGRADO

Este ciclo de retrogradación también es corto, 42 días y se repite cada un año y medio aproximadamente. La energía de Venus se asocia a la creatividad, la armonía y el equilibrio en todas sus formas y en las relaciones. Durante sus ciclos mayores, marca grandes períodos de ocho años que se desenvuelven y avanzan a lo largo de los elementos, por lo que, en cada oportunidad que está en su fase retrógrada, es muy útil y clarificador para la persona afectada mirar lo sucedido hace ocho años atrás cuando estuvo en el mismo elemento que en la actualidad, porque en la situación presente habrá ecos del pasado o ciertos patrones repetidos. Se tiende a revisar y a reconsiderar cuestiones incompletas o aletargadas con respecto a las relaciones, o bien a revivir lecciones no bien entendidas de nuestras relaciones, las que se han mantenido en suspenso desde el último tránsito retrógrado que pasó por el mismo elemento actual. Durante esta fase retrógrada, el interés en las relaciones se vuelve introspectivo y la persona se concentra en repasar lecciones y hechos del pasado intentando reequilibrar sus relaciones y sentimientos presentes según lo vivido y entendido tiempo atrás. Puede ser un excelente momento para terapias de pareja, reconciliaciones o decidir reconocer alguna crisis sentimental que se había estado evadiendo.

MARTE RETRÓGRADO

Este ciclo dura alrededor de 2 meses y medio y se repite cada dos años más o menos. Genera una interesante batalla entre el Sol y Marte, que se manifiesta como una transitoria sensación de haber sido privado de la energía vital sintiendo la necesidad de profundizar más para encontrar un sentimiento de importancia individual, así como también es frecuente la desorientación y no saber encarar ciertas tareas, ya que la energía se ha invertido hacia el inconsciente. A veces este ciclo crea cierto distanciamiento emocional con el padre o alguna experiencia con él que priva al individuo de su fuerza vital despertando, en compensación, un anhelo de reconocimiento y elogio. Durante esta fase, se suele activar un conflicto de voluntades que puede funcionar positivamente para el individuo al activar un “crecimiento por oposición”, aunque inicialmente pudiera partir por proyectar su propia fuerza dinámica en los demás advirtiendo que ellos tienen más éxito y son más interesantes, más atractivos, más poderosos, etc.… hasta que al final, y potencialmente, esa poderosa figura padre-Sol, se debería reconocer e incorporar en nuestro interior para integrarnos. Este proceso de crecimiento personal, reconexión y fortalecimiento del poder y seguridad personal avanza “por capítulos” cada dos años, y se activa y despliega cada vez que Marte vuelve a retrogradar.

JÚPITER RETRÓGRADO

Permanece alrededor de 3 meses y medio retrógrado y genera situaciones que enfrentan al individuo con un trasfondo social o religioso escindido, cuando sus sentimientos de valor o de aventura se vuelven exagerados, así como su sentido de la justicia y rectitud moral. Durante este tiempo, se activan necesarias pruebas de valores y el individuo se ve forzado a vivir sus creencias hasta el final, hasta comprender lo errado de sus convicciones o demostrar lo acertado de sus creencias personales. En la mitad del ciclo (3 de diciembre 2012) hay un momento delicado, porque se puede expresar un auto engrandecimiento que magnifica su sensación de poder inundando al individuo con sentimientos de omnipotencia y un vibrante tono moral. Pero desde un punto de vista más positivo, el resultado de esta ansiedad, suele traducirse en mucho coraje, un tremendo optimismo, una fe sólida y activa que enseña al individuo, a través de las experiencias que le toca enfrentar, a confiar en un poder superior y en su propia capacidad para inspirar y animar a otros.

SATURNO RETRÓGRADO

Se mantiene retrógrado alrededor de 4 meses y medio dando suficiente tiempo para elaborar, reflexionar y revisar cuidadosamente las situaciones de aprendizaje y las lecciones que se hayan planteado durante su tránsito directo. La casa donde cae la oposición del movimiento retrógrado, es donde Saturno aísla lo más inseguro, inhibido y necesitado de estímulos e incentivos de la persona, para que enfrente sus miedos y se concentre en desarrollar sus riquezas internas buscando y liberando vías para expresar ese potencial. Durante todo el ciclo retrógrado ambas energías luchan por alcanzar un equilibrio entre el poder y voluntad consciente (Sol) y el control maduro y más sabio (Saturno), y en la mitad de la fase (16 de abril 2012), durante la oposición, Saturno contiene y limita al Sol con el propósito de trabajarlo y crear un yo en continua maduración, operación que se repite cíclicamente en cada fase retrógrada. Finalmente el individuo se ve forzado, por las limitantes o exigentes circunstancias que lo rodean, a expresar su impulso creador nacido de su interior, a pesar de que inicialmente lo haya intentado retener, demorando temporalmente ese proceso que requiere de su esfuerzo personal y una extraordinaria disciplina.

URANO RETRÓGRADO

En cada oportunidad, Urano se mantiene alrededor de cinco meses en su fase retrógrada y puede ser una posición un tanto colérica o revolucionaria para la persona, quien entonces comienza a buscar un escenario donde desplegar sus talentos individuales o encontrar la oportunidad para expresar un profundo deseo inconsciente de entregarse a ideales colectivos. Potencialmente, Urano retrógrado sugiere cierta forma de genialidad convencional, sin embargo, no todas las personas son capaces de aplicar la disciplina que se necesita para darle forma a esos impulsos de genialidad, los que se activan cíclicamente durante estas fases. La casa donde se produce la oposición al Sol describe el área dónde la persona busca aplicar la mayor objetividad que le es posible y adaptar una claridad fría y algo dura como respuesta a su necesidad de separarse del mundo de los sentimientos y de las respuestas sensoriales que lo ahogan. El desarrollo del yo de estas personas se vuelve esporádico, errático y voluble, según avanzan los ciclos repetidos y, en general, suelen encontrarse con experiencias que los ponen frente a demasiadas alternativas que los fuerzan a tomar decisiones en algún punto del ciclo, muy posiblemente durante la oposición al Sol (29 de septiembre 2012).

NEPTUNO RETRÓGRADO

Se mantiene retrógrado un poco más de cinco meses durante los cuales vuelve al individuo extremadamente sensible a las necesidades ajenas, es capaz de percibir con facilidad lo que se espera de él y actuar en consecuencia. Sin embargo, durante la fase retrógrada debería llegar un momento en que el individuo descubra que ha estado postergando sus anhelos y necesidades personales en favor de los intereses ajenos anulándolo o perjudicándolo durante el proceso, y entender que su sacrificio personal puede quedar sin recompensa hasta que asuma que debe recuperar su propia vida y dejar de vivir a través de los demás. Durante la oposición al Sol (24 de agosto 2012), la persona puede atraer a su vida experiencias que lo conectan con cierta resonancia o sensibilidad a lo colectivo, ya sea de tipo religioso o místico, clavándola a una cruz metafórica, y animándola a recorrer muchas sendas y buscar muchas fuentes de inspiración (unas elevadas, otras no tanto), antes de poder definir lo que ella entiende por entrega y sacrificio personal, por una parte, y por ideales inspiradores e imaginación creativa, por otro lado. Es un momento cíclico de búsqueda espiritual o interna.

PLUTÓN RETRÓGRADO

También se mantiene retrógrado durante un largo período, algo más de cinco meses, y la potente energía de este planeta exige al individuo que se someta cíclicamente a rituales de muerte y renacimiento, en las áreas de las casas involucradas en la oposición, para aportar a dicha experiencia alguna clase de significado personal profundo y una sensación de cambio irrevocable durante su ciclo retrógrado. La energía del Sol durante la oposición (30 de junio 2012) reúne intensos contenidos ocultos o reprimidos del inconsciente y les da una forma tangible al proyectarlos sobre el mundo de la experiencia y las relaciones, llevando a la superficie intensas emociones y anhelos profundamente sepultados que pueden diferir, en opinión del individuo, de lo que es correcto para el resto de la sociedad acompañando la experiencia de mucho dolor y ardor, pero también de una honda verdad y una innegable oportunidad para integrarse que resultan luego de un sincero reconocimiento interior de algunas realidades personales que deben ser asumidas cabalmente antes de que se transformen en la recompensa prometida. Una de las fortalezas de este período es que la persona comprende que la soledad con que debe enfrentar esas experiencias no es igual a sentirse aislado de los demás o de la sociedad, porque lo que logra cambiar en él, tarde o temprano, influye en su medio y en los demás, para bien o para mal.

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