Las nuevas energías femeninas en Astrología

 In Astrología Psicológica, Planetas

Tradicionalmente a Saturno, Neptuno y Plutón se los asocia con la energía femenina, sin embargo, en sus distintas mitologías siempre aparecen personificados por dioses masculinos, indicando que lo que cada uno de ellos representa, tiende a manifestarse de acuerdo al estilo y vibración de la energía masculina. Por lo tanto, y antes de continuar con esto, partamos por aclarar qué se entiende por Energía Masculina y Energía Femenina.

QUÉ ES ENERGÍA MASCULINA Y FEMENINA

Todo en el Universo tiene una razón de ser y, en el caso de las energías femeninas y masculinas, cada una tiene una función muy específica que permite que el perfecto equilibrio del Universo se mantenga, incluso en el de nuestro universo interno.

Así, en el caso de la Energía Masculina (el acto de exhalar), su única y primordial función, es dirigirse hacia afuera, hacia el mundo exterior y producir efectos, transformación y evolución en ese espacio. Por esta razón, los hombres (representantes de la energía masculina), son los que muestran un natural interés por expresarse, lograr cosas y actuar en el mundo externo, a través del logro de sus proyectos personales, metas profesionales o actividades sociales, porque es en ese ámbito donde la energía masculina está llamada a manifestarse, afuera. Por lo tanto, en el caso de una mujer, su lado masculino (dependiendo de cuán desarrollado lo tenga), es el que la impulsa a salir al mundo, competir y conquistar sus propios objetivos, tener actividades fuera del hogar, desarrollar sus particulares intereses y ambiciones profesionales, es decir, tener un efecto allá fuera.

Por su parte, la única y principal función de la Energía Femenina (el acto de inhalar), es dirigirse hacia dentro, hacia el mundo interior y producir efectos, transformación y evolución en ese espacio. Por esta razón, es que las mujeres (representantes de la energía femenina), son las que muestran un natural interés por expresarse, ser y desenvolverse en el mundo interno, a través de su sensibilidad, compasión y receptividad para conectar con todo el espectro de emociones que hay en nuestro interior o en el de los demás; cómo nos sentimos, lo que necesitamos y cómo respondemos a los estímulos externos. Por lo tanto, en el caso de un hombre, su lado femenino (dependiendo de cuán desarrollado lo tenga), es el que lo anima a conectar con su mundo íntimo y a preocuparse más por sus sentimientos y necesidades personales, sus relaciones y su calidad de vida, es decir, tener un efecto acá adentro.

SATURNO, NEPTUNO Y PLUTÓN

Ahora bien, una vez explicada la función de las energías femeninas y masculinas, volvamos al tema de Saturno, Neptuno y Plutón. Por muy energías femeninas que sean, al estar personificadas por figuras masculinas, en el fondo cada una buscará producir efectos en el afuera, es decir, en la familia, el trabajo, la comunidad o el ámbito público de cualquier forma. Por ejemplo, Saturno, por mucho que posea las cualidades femeninas de la paciencia, el compromiso, la estabilidad o la habilidad para crear en el plano físico, las tiende a manifestar a través de la paciencia para lograr sus ambiciones profesionales, el compromiso con los sistemas jerárquicos, la estabilidad que logra en el mundo laboral o su habilidad para crear empresas y participar concretamente en la comunidad. Con Neptuno sucede algo parecido, es decir, por muy sensible, inspirado, intuitivo y creativo que sea (pura energía femenina), igual se enfoca en el afuera para manifestarlo, buscando sensibilizar a la sociedad, ser un motivo de inspiración para otros, tal vez, servir a través de su intuición o conectar con su enorme caudal creativo para dejar algún mensaje o servicio a la humanidad, es decir, para dejar su sello afuera. Y en cuanto a Plutón, ya sabemos que su energía femenina se manifiesta a través de la intensidad de sus emociones y pasión, su penetrante percepción y su evidente poder para crear y transformar la vida, las que suele manifestar a través de su pasión por alcanzar posiciones de poder e influencia en el mundo, su habilidad para manipular en las negociaciones de las grandes empresas, su percepción para analizar a su competencia o rivales (de todo tipo) y su capacidad para darle nueva vida a cualquier cosa que llegue a sus manos transformándola en algo mucho más valioso.

Obviamente, estos son sólo algunos ejemplos que intentan ilustrar cómo cualidades femeninas pueden estar enfocadas en el ámbito externo de lo masculino, según lo que la mitología y sus arquetipos nos heredaron y, por lo mismo, masculinizarse sin darnos cuenta. Sin embargo, las energías femeninas y las masculinas se están reequilibrando, y astrológicamente hablando, estos son tiempos en que se nos está abriendo un abanico de nuevas posibilidades para la expresión de lo femenino, que evidencia el fin del antiguo y limitado enfoque de los papeles y posibilidades que tenía la energía femenina. Así es que mejor ¡actualicémonos!

QUÉ TENEMOS QUE ENTENDER AHORA

Ahora vamos al objetivo de este artículo, y pasemos a las nuevas energías femeninas que estos tiempos están despertando, y lo que la Astrología tiene para aportarnos al respecto. La introducción anterior fue para lograr una mejor comprensión de la próxima explicación, y aunque esta información ya la expuse durante el Primer Congreso de Astrología de Chile en 2014, la tradición astrológica caló hondo en el inconsciente colectivo, demorando su integración, pero ahora las energías del cosmos han “ablandado” lo suficiente nuestras mentes como para que nos abramos a ella.

Tal como sucedió cuando Urano, Neptuno y Plutón fueron descubiertos, que entraron a la escena mundial cuando la humanidad estaba suficientemente “madura” como para aceptar e integrar lo que sus respectivas energías representan, así también es lo que está pasando ahora con los asteroides Ceres, Pallas, Juno y Vesta

Sólo para hacer una breve relación entre los eventos acaecidos durante los períodos en que estos planetas fueron descubiertos y su tipo de energía, aquí les dejo algunos ejemplos de los sucesos históricos asociados que marcaron la historia de la humanidad:

Urano (descubierto en 1781)  –  Revolución Francesa, Revolución Industrial, Revoluciones Europeas

El colectivo recién estuvo listo para empezar a aceptar e integrar la energía de la libertad y la rebeldía. Antes de estas épocas el colectivo consideraba “una locura” querer ser libres o rebelarse contra un gobernante.

Neptuno (descubierto en 1846)  –  Anestesia, Espiritismo, Guerras del Opio, Artistas y Escritores

El colectivo recién estuvo listo para empezar a aceptar e integrar la energía espiritual y creativa. Antes de estas épocas el colectivo consideraba la sensibilidad hacia los planos etéricos una posesión diabólica.

Plutón (descubierto en 1930)  –  Psicología Freud, II Guerra Mundial, Bomba Atómica

El colectivo recién estuvo listo para empezar a aceptar e integrar la energía sexual y psicológica. Antes de estas épocas el colectivo consideraba al sexo y la psicología humana como un tema tabú incomprensible.

Quirón (descubierto en 1977)  –  Movimientos Ecologistas, Greenpeace, Revolución de las Flores

El colectivo recién estuvo listo para empezar a aceptar e integrar la energía sanadora de la naturaleza. Antes de estas épocas el colectivo consideraba a la naturaleza sólo una “cosa” más que podía poseer y usar.

LAS NUEVAS ENERGÍAS FEMENINAS

En la Astrología tradicional (predominantemente machista), la energía femenina sólo tenía dos representantes: la Luna y Venus, ambas energías planetarias con nombres y mitologías femeninas y plenamente asociadas al arquetipo de lo femenino. Sin embargo, estas personificaciones siempre han expresado una dimensión bastante limitada de la mujer y del mundo de lo femenino, ya que sólo la presentan como la madre (procreadora, sensible, paciente, nutricia) o como la amante (bella, coqueta, disponible, sexual). Enfoques que para nada calzan con la realidad actual, porque no consideran el crecimiento y empoderamiento que la mujer ha tenido durante el último siglo.

Por lo tanto, cuando estudiamos una carta natal, ¿qué energías encontramos que representen a la mujer genio, independiente, estratega, sabia, competitiva, mística, poderosa o resuelta, por ejemplo? Debido a la prolongada influencia de la visión patriarcal que ha prevalecido durante siglos y que definió los valores sociales, los atributos de personalidad recién mencionados siempre se asociaron a la energía masculina y, por lo tanto, de uso casi exclusivo para los hombres, considerando además, que una mujer que expresase este tipo de conducta, sería poco femenina perdiendo parte de su encanto natural. Por lo mismo, hasta ahora, si se desea averiguar algo sobre el potencial que una mujer tiene para desenvolverse como una profesional competitiva y exitosa o determinar cuán independiente y resuelta puede llegar a ser, no hay más alternativa que analizar las energías masculinas en su carta (Sol, Marte, Júpiter o Urano), algo que puede dejar en duda su capacidad como madre sensible o amante atractiva para el mundo masculino.

Por lo mismo, y así como sucedió con Urano, Neptuno y Plutón, que se los pudo comenzar a “ver” en un determinado punto evolutivo de la consciencia colectiva humana, lo mismo está sucediendo ahora con los asteroides Ceres, Pallas, Juno y Vesta, ya que cada vez se los considera más dentro del análisis de una carta natal, especialmente para comprender mejor la energía femenina disponible en ella, tanto para los hombres como para las mujeres, ya que sabemos que esto no tiene relación con el género sino con un tipo de energía o “estilo” determinado para hacer las cosas (dirigiéndose hacia el mundo exterior o hacia el mundo interior). Ahora el abanico de posibilidades para que la energía femenina se exprese se abrió de dos versiones (Luna y Venus) a seis versiones (Luna, Venus, Ceres, Pallas, Juno y Vesta), ampliando el espectro de su manifestación consciente.

Es importante dejar aquí un punto muy claro, ya que, por muy energía femenina que estén manifestando Ceres, Pallas, Juno y Vesta, también describen nuevas facetas del “lado femenino” de un hombre, el cual se está liberando del limitado espectro que la Luna y Venus le ofrecían hasta ahora, porque, o actuaba desde su Luna, es decir, como un padre sobre protector, manipulador y/o emocional o desde su Venus, como un hombre delicado, indeciso y/o preocupado por su pinta.

Sin embargo, mientras un hombre no haga el trabajo de sanar la relación con su lado femenino, lo más probable es que lo proyecte y lo termine viviendo a través de las mujeres de su vida (madre, hermanas, amigas, compañeras, parejas, etc.), ya que aún está conscientemente identificado sólo con su parte masculina. Pero una vez sanada esa relación, e integrada su energía femenina, lo que proponen estos asteroides en la carta, se manifestará en la forma cómo se relaciona consigo mismo y su estilo para vincularse y conectar con los demás (que es una de las cualidades de la energía femenina). Así, por ejemplo, se podrá relacionar con los demás o consigo mismo, desde su sacerdotisa sensible, pura y plenamente conectada con temas profundos y espirituales (Vesta), sin perder un ápice su “masculinidad”, por el contrario, lo volvería mucho más atractivo para las mujeres, precisamente por captar su integridad, incluso su sexualidad sublimada, que complementa su natural sexualidad masculina… ¿no sé si se entiende la idea? Lo pregunto, porque estamos tratando con una nueva visión que debemos aprender a integrar sin los prejuicios de la 3D. ¡Estoy hablando del nuevo tipo de Astrología que está entrando!

Bueno, ahora paso a describir brevemente las cualidades que cada uno de estos asteroides de energía femenina representan, para que se empiecen a familiarizar y los aprendan a reconocer, y si se sienten identificados con alguno de ellos, es muy probable que ese asteroide tenga una posición fuerte en su carta natal. Ciertamente, si una persona, ya sea hombre o mujer, tiene al Sol, la Luna, el Ascendente o alguno de los planetas personales en conjunción con cualquiera de ellos, es altamente probable que manifieste en su estilo personal y características, la energía de ese asteroide y lo sienta como parte de su personalidad innata. Lo mismo hay que decir sobre las casas en las que caen, porque identificarán las áreas de experiencia donde mayoritariamente se manifestarán esos impulsos, ni qué decir de los aspectos que formen con los demás planetas, ya que ahí tendremos suficientes pistas para entender por qué los expresamos espontáneamente o nos requieren un esfuerzo particular… ahora, con toda esta información… ¡a jugar!

CERES EN LA CARTA

Como nueva versión de energía femenina, Ceres representa nuestro impulso a nutrir y proveer a través de los cuatro planos (mental, emocional, espiritual y físico). Simboliza nuestra capacidad para sustentar, favorecer y mantener a los demás, al ser capaces de identificar sus necesidades y satisfacerlas con nuestros recursos personales, creando fuertes lazos de apego y dependencia, especialmente con la familia. En muchos sentidos, funciona como la Luna, sin embargo, es más completa, ya que la Luna se expresa por medio del mundo emocional, en cambio Ceres abarca los cuatro planos, porque nos capacita para cubrir necesidades mentales (curiosidad o aprendizaje), espirituales (estimulación o inspiración), emocionales (amando y acogiendo) o físicas (nutriendo o cuidando). Sin embargo, estas habilidades de Ceres no pueden alcanzar su máximo potencial o efectividad, mientras no seamos capaces de aprender a hacer eso con nosotros mismos primero, es decir, mientras no usemos su energía para nutrirnos y proveernos a nosotros primero con lo que sea que necesitemos.

Ceres representa la capacidad productiva de la energía femenina, por eso se le asocia a la mujer trabajadora, fructífera, útil y exuberante en recursos personales (siempre tiene una solución para cada problema o carencia). Nos conecta con la sabiduría de Madre Naturaleza, porque expresa nuestra consciencia del valor de los procesos naturales, y de la paciencia y perseverancia que es necesario aplicar cuando cualquier proceso, externo o interno, está en desarrollo, como la formación de una idea, un ideal, un objeto o un sentimiento.

La energía de Ceres tiene directa relación con la mujer económicamente fructífera, por su conexión con el concepto de “valía personal”, es decir, con la consciencia de nuestro propio valor y recursos internos que debemos aprender a reconocer, valorar y trabajar involucrándonos en procesos capaces de transformar esos recursos innatos en un producto final elaborado y mejorado, el cual, cuando saquemos al mundo, será valorado y se nos pagará por utilizarlo!

Ceres sería el equivalente femenino de la energía de Saturno.

PALLAS ATENEA EN LA CARTA

La versión femenina de la energía de Pallas, representa el impulso guerrero femenino que emplea el juicio, la astucia y la estrategia como armas para enfrentar y resolver los desafíos que le presenta la vida, y así ganar sus batallas anteponiendo la razón a sus emociones. Por lo mismo, Pallas se asocia a nuestra capacidad para controlar nuestras pasiones y resistir cualquier inclinación emocional que pudiera influir en nuestras decisiones. Nos ayuda a mantener la objetividad y claridad mental en cada situación para analizarla y tomar mejores decisiones con la mente fría y tranquila. Pallas es nuestra capacidad para razonar y reflexionar antes de actuar y aplicar el sentido común en cada situación.

Esta energía femenina es guerrera, provocadora, justiciera, imparcial y valiente, enfocada en la guerra justa y la aplicación del conocimiento y una sabiduría práctica. No tiene problemas en decir su verdad ni le complican los sentimientos heridos o irritaciones que pudiera generar en los demás, su sentido de la justicia es muy desarrollado y en eso se enfoca. Representa al tipo de mujer que lucha ferozmente por lo que considera justo, tanto en un plano personal como social, sin dudar puede entrar en batallas intelectuales, políticas o judiciales aplicando otra de sus grandes cualidades: la estrategia y la astucia. Cuando decide actuar, de alguna forma, su estilo genera “guerras” o conflictos, porque deja en evidencia las injusticias, ilegalidades o culpas de todos los involucrados en la situación donde interviene.

La energía de Pallas combina el intelecto, la mente científica y estructurada con la creatividad y la intuición, es brillante, eficaz y perfeccionista rayando en la genialidad y manifiesta una gran agudeza mental. Es la versión de la inteligencia superior femenina, y debido a sus sobresalientes cualidades intelectuales, destaca en la enseñanza especializada o técnica, sobre todo con fines sociales, ya que siente un particular interés por participar en la sociedad y hacer importantes aportes a la humanidad.

Pallas Atenea sería el equivalente femenino de la energía de Urano.

JUNO EN LA CARTA

Otra versión del abanico de nuevas energías femeninas es Juno, la consciencia del poder femenino y el reconocimiento igualitario ante la energía masculina, es decir, Juno representa la consciencia de que lo femenino y lo masculino son iguales en poder, y está dispuesta a compartir ese poder en integridad y justicia. Juno es nuestra capacidad para el compromiso o responsabilidad afectiva, la lealtad, el respeto y el apoyo mutuo que son necesarios para el buen equilibrio y estabilidad de cualquier tipo de relación (matrimonio, amistad, sociedades), porque entiende que ambas partes deben participar y aportar algo a la vez que salir favorecidos. Juno representa a la mujer “jugada” y plenamente comprometida en el amor o en cualquier tipo de relación en la que decida involucrarse, pero no sólo se compromete plenamente, también espera y exige el mismo nivel de entrega y participación por parte de la otra persona, ya que es una energía femenina totalmente empoderada y consciente del valor de lo que está entregando: su propia persona y tiempo. Juno espera igualdad y reciprocidad en sus relaciones. Por esto mismo, en su versión menos constructiva, puede crear conflictos conyugales, ser celosa y vengativa o, por lo menos, buscar castigar cualquier transgresión que sienta se haya hecho al compromiso adquirido, según su alto estándar de la lealtad. Tal vez por esto mismo, se la asocia a las relaciones de tipo kármicas o predestinadas, esas que nos obligan a trabajar temas afectivos complejos y difíciles.

En la carta, Juno describe el tipo de pareja que elegimos o las cualidades que buscamos en la persona con quien queremos establecer una relación formal (no una aventura), detalla lo que estamos dispuestos a dar y lo que esperamos recibir en una relación así, por entender que hay un derecho ganado en ese tipo de vínculo. Juno entiende que el matrimonio y los compromisos formales otorgan ese poder, además de considerarlos básicos para ejercer su maternidad, es decir, representa al tipo de mujer que prefiere estar casada antes de convertirse en madre.

Juno sería el equivalente femenino de la energía de Plutón.

VESTA EN LA CARTA

La versión de la energía femenina que Vesta expresa, representa nuestra esencia y fuego interior, la pureza y plenitud de nuestro espíritu y mundo interior. Vesta nos conecta con ese lugar íntegro y puro en nuestro interior que es abrigo y refugio para nuestra alma, donde se siente segura. Representa nuestra inclinación por los retiros voluntarios, el aislamiento o el amparo silencioso de la meditación, la purificación y re-conexión con nuestro ser interno. Esta energía es la que nos ayuda a mantener nuestra paz interior y a interactuar serenamente con el mundo exterior, es más, se la conoce como la “no-persona” o la habilidad para parecer no estar, “ser invisible”. Es decir, es el tipo de mujer que está tan conectada consigo misma o con su Ser interno, tan desapegada del mundo físico, que puede pasar fácilmente inadvertida para los demás o ser reconocida como un tipo de sacerdotisa innata que inspira a los demás sólo con su presencia y forma de relacionarse con ellos.

Vesta tiene dos vertientes en el ámbito sexual. Por una parte, y debido a que siempre es representada por medio del fuego, simboliza nuestra expresión sexual creativa, apasionada y espontánea que nos conecta con ese aún desconocido poder transformador y sanador del sexo, permitiéndonos curar las heridas que nos impiden vivir la vida de manera intensa y apasionada, y con el propósito inconsciente de utilizar la energía kundalini para alcanzar una mayor elevación espiritual. De lo contrario, se la asocia a la virginidad o la castidad como medio para sublimar nuestra energía sexual y entregarnos con devoción a una meta o aspiración personal que consideramos de orden superior, por vocación y sin presiones externas. Por lo mismo, Vesta se asocia al perfeccionismo, la precisión y la atención al detalle de aquello que estamos haciendo por un deseo profundo de hacerlo lo mejor posible, es decir, nos inspira y motiva para ser virtuosos en algún área o actividad particular.

Vesta sería el equivalente femenino de la energía de Neptuno.

Equivalencias con las Energías Masculinas en la Carta Astral

Establezcamos las equivalencias entre las energías planetarias tradicionales (personajes y estilos masculinos) y las nuevas energías (personajes y estilos femeninos) que lentamente se están siendo incorporadas:

  • MARTE su energía femenina equivalente es ERIS
  • JÚPITER su energía femenina equivalente es ARTEMISA
  • SATURNO su energía femenina equivalente es CERES
  • URANO su energía femenina equivalente es PALLAS ATENEA
  • NEPTUNO su energía femenina equivalente es VESTA
  • PLUTÓN su energía femenina equivalente es JUNO

Cómo averiguar dónde tienes a estos Asteroides en tu Carta Astral

En la página www.astro.com o Astrodienst puedes ingresar tus datos de nacimiento, y en la parte de más abajo, donde aparecen “Objetos Adicionales” puedes seleccionar de una sola vez a estos cuatro asteroides, ya que aparecen identificados bajo el sub-título de Asteroides en orden: Ceres, Pallas, Juno y Vesta, etc. Luego, cliqueas para ver tu carta, y te encontrarás con tu carta incluyendo la posición que estos asteroides tenían en el momento de tu nacimiento.

En la carta que aparece, no se muestran los aspectos que forman, pero en el cuadro de debajo de esa carta, se los identifica con los símbolos correspondientes, en los casos que formen aspectos.

También puedes incluirlos como tránsitos, si deseas estudiarlos así, funciona igual.

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